Santa Bonifacia
BIOGRAFÍA · SANTA BONIFACIA RODRÍGUEZ DE CASTRO
"En la ciudad de Salamanca, a mediados del siglo XIX, el 6 de junio de 1837, nació BONIFACIA RODRÍGUEZ DE CASTRO.
Hija de artesanos y ella misma artesana, comprendió la importancia del trabajo manual en el taller familiar, imitando a Jesús, María y José, trabajadores en Nazaret.
Fascinada por Jesús Artesano, decidió seguirle para siempre. Sus ojos compasivos contemplaron el mundo de injusticia y desamparo de la mujer trabajadora de su tiempo y decidió dedicar su vida a su promoción y evangelización para librarlas del peligro de perderse.
Juntamente con Francisco Butiñá, S.J., funda la Congregación de las Siervas de San José en 1874. Sus casas se llaman TALLERES DE NAZARET, donde se ora, se trabaja y se fomenta la industria artesanal, hogar de acogida para las mujeres pobres desempleadas en fraternidad e igualdad. Como todo profeta fue incomprendida, marginada y olvidada. Ella "sin embargo callaba" como Jesús en su Pasión. Mientras, la Congregación iba creciendo y se multiplicaba en los Talleres de Nazaret.
En el anonimato muere en Zamora el 8 de agosto de 1905. Hoy su obra y su memoria están presentes en cinco continentes."
En Ourense, las Siervas de San José fundarán el colegio "San José" el 26 de septiembre de 1934, siendo su primer emplazamiento la calle Padre Feijoo. Debido al aumento del alumnado trasladaron el centro en el año 1939, al número 32 de la calle General Franco (hoy calle Progreso), donde vivieron de alquiler compartiendo espacio con otros inquilinos.
En este mismo año fue reconocido por el Ministerio de Educación Nacional como Centro de Párvulos, Primaria y Bachillerato.
Poco a poco fueron adquiriendo las distintas propiedades hasta lograr en 1946 la totalidad de lo que es hoy el centro San José, enclavado en el corazón de las Burgas, situado sobre roca romana, c/ Progreso nº 24.
"La Iglesia de Jesucristo, a la que tanto amó, ha reconocido la santidad de su vida con su canonización, el 23 de octubre de 2011, y la validez del camino evangélico que transitó para todo cristiano".
BONIFACIA nos sigue invitando a ser signo y profecía de Nazaret en la vida de cada uno de nosotros.
Es una mujer del siglo XIX, que intentó abrir caminos de dignidad en el mundo del trabajo y especialmente en los trabajos más sencillos realizados por la mujer.
De una forma nada llamativa, como un pequeño signo que está ahí por si alguien lo ve y le sirve. La referencia para ella fue Jesús viviendo en Nazaret.
Hija de artesanos, hizo de su vida un servicio callado y de su casa un taller donde se compartía la vida, la oración, el trabajo y las pérdidas y ganancias, las alegrías y los disgustos.
Su vida nos habla de:
- El valor de lo cotidiano: lugar donde el ser humano entrega la vida y donde Dios se hace presente.
- La vida oculta: No se trata de ser reconocidos o protagonistas, sino de ser fieles a sí mismos y al proyecto de Dios.
- El sentido de la vecindad: Desde que Dios se encarnó en Jesús, todos somos sus vecinos
- El sentido de Familia: No hay superiores ni inferiores, sino hijos que viven aprendiendo a parecerse a Dios y se desviven por crear un mundo de hermanos.
- "Hermanar Oración y Trabajo": Una vida unificada, donde la relación con Dios y la tarea diaria marchan juntas y nos hacen creativos, solidarios, comprometidos con nuestros compañeros de fatigas.
- La dignidad de toda mujer: Sólo si todos, hombres y mujeres vivimos plenamente nuestro ser, se hará visible nítidamente el rostro de Dios.
- Acoger la adversidad: Si llega el sufrimiento, el fracaso, el rechazo, vivirlo de manera que sea fecundo y bueno para todos. "Vencer el mal a fuerza de bien".